El asalto se produjo el pasado día 13, sobre las 10.00 horas, en la oficina del BBVA en Logroño, calle Servillas, cuando en la misma se encontraba sola una compañera, ya que su compañero acababa de abandonar la entidad para efectuar su pausa café.
El atracador, un varón de entorno a 40 años, español, accedió a la oficina y una vez en su interior roció por sorpresa a la empleada con una botella de gasolina, que llevaba oculta en una bolsa. . Acto seguido le exigió la entrega inmediata del dinero que hubiera en caja y le advirtió además que en el caso de no hacerlo le aplicaría un soplete que exhibió y que también llevaba en la bolsa.
Tras lo cual, nuestra compañera presa de un comprensible ataque de nervios, le entrego la exigua cantidad disponible en la caja en dicho momento, tras lo que el asaltante, abandonó la oficina.
Parece ser que esta misma persona, ya había realizado un hecho de similares características el pasado día 15 en otra oficina bancaria de una localidad Navarra, utilizando el mismo procedimiento, si bien en esta ocasión no llegó a apoderarse de cantidad alguna de dinero.
Afortunadamente, dicho individuo parece que ya ayer ha sido detenido y puesto a disposición del juez de guardia.
COMO CONCLUSIÓN
¿Cuál es la contribución a estos hechos, de la precaria situación en la que nos encontramos en las oficinas, en muchos casos atendidas por insuficiente personal?. Aquí dejamos esta reflexión para quien corresponda.
El atracador, un varón de entorno a 40 años, español, accedió a la oficina y una vez en su interior roció por sorpresa a la empleada con una botella de gasolina, que llevaba oculta en una bolsa. . Acto seguido le exigió la entrega inmediata del dinero que hubiera en caja y le advirtió además que en el caso de no hacerlo le aplicaría un soplete que exhibió y que también llevaba en la bolsa.
Tras lo cual, nuestra compañera presa de un comprensible ataque de nervios, le entrego la exigua cantidad disponible en la caja en dicho momento, tras lo que el asaltante, abandonó la oficina.
Parece ser que esta misma persona, ya había realizado un hecho de similares características el pasado día 15 en otra oficina bancaria de una localidad Navarra, utilizando el mismo procedimiento, si bien en esta ocasión no llegó a apoderarse de cantidad alguna de dinero.
Afortunadamente, dicho individuo parece que ya ayer ha sido detenido y puesto a disposición del juez de guardia.
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¿Cuál es la contribución a estos hechos, de la precaria situación en la que nos encontramos en las oficinas, en muchos casos atendidas por insuficiente personal?. Aquí dejamos esta reflexión para quien corresponda.
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